Pablo Contrisciani: El Color de la Imagen

Ricardo Alvarez Martin, La Plata, El Dia, 18 de Septiembre de 1992

Cuando los franceses habían comenzado a aceptar el Impresionismo, tal vez como diciendo "y bueno.. hasta aquí está bien", les cayó sin ningún aviso previo toda una generación de pintores, tales corno Van Gogh, que veían en el color un aliado fundamental para sus obras.

Con el correr de los años, este elemento pIastico perdió una de las características que desde siempre habia mantenido. Ahora, cerca de fin de siglo, el color no tenía por que someterse a la realidad que le confería el modelo. Había en él una autosuficiencia tan enorme que se pintaba casi exclusivamente porque él existía.

El símbolo trascendió la forma y se volcó decididamente al color. Gauguin, Matisse, VIaminck lo usaron cada uno de distinto modo y en forma cada vez más contundente. Cuando estos dos últimos artistas se reunieron con André Derain, George Braque y Raoul Dufy crearon un movimiento que se conoció con el nombre de "Fauvismo" (fieras) y que tenían en común la necesídad exacerbada del color.

La exaltación del tema y la forma se producía ahora por el "cromoluminarismo", como señalaba Paul Signac.

Un artista local, Pablo Contrisciani, ha logrado evocar la misma atmósfera que se veía en aquellas grandes obras de los maestros franceses. Sin embargo, él ha tenido el criterio suficiente para reelaborar ese estilo logrando una visión muy particular. Lógicamente, las realidades no son las mismas y es eso precisamente por lo que Pablo Contrisciani puede emerger como un artista que plantea su situación personal a partir del color y, en una segunda instancia, de la forma.

Sus obras se encuentran tratadas con un color simbólico, con un cólor que se apega a sus sentimientos por la cosa más que a aquello que surge de la realidad.

Las formas, tal vez, puedan evocar aquellas de Henri Matisse que surgian como arabescos planos por todas partes. Esta estilización formal se contrapone violentamente a una enorme variedad de pinceladas y trazos que destruye la similítud entre Contrisciani y el artista francés.

Trabajando con la soltura que ofrece el esmalte sintético o la relativa rigurosidad del oleo, Pablo Contrisciani crea pequeñas obras dentro de una totalidad y es precisamente esta fragmentación lo que hace de cada obra una realidad abarcadora.

En el Museo Munícipal de Bellas Artes en 7 y 50 se pueden apreciar las obras de este excelente artista que siente el color tal como lo expresó Matisse al decir: "La elección de mis colores no se basa en ninguna teoría cientifica, sino en la observación, en el sentimiento, en la expenencia de mi sensibilidad. Yo intento simplemente poner colores que interpreten mi sensación." " ... Cuando veo los frescos de Giotto en Padua, no me empeño en saber qué escenas de la vida de Cristo tengo ante la vista, sino que, en seguida, capto el sentimiento que se desprende de ella, pues está en las lineas; la composición, el color y el título no harán más que confirmar mi impresion ..."