Artistas Argentinos en Miami

Francine Birbragher-Rozencwaig, Miami, Marzo 2015

 

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El libro recientemente publicado por el Consulado General de Argentina en Miami, reconoce la labor del colectivo argentino que crea en esta ciudad.

El libro Artistas Argentinos en Miami, publicado por el Consulado General de Argentina en esta ciudad y cuya presentación tuvo lugar en noviembre del 2014, reconoce la labor de 48 creadores de esa nacionalidad que residen y/o trabajan en el sur de la Florida. El proyecto editorial incluye una presentación escrita por el Cónsul General de la República Argentina en Miami y coordinador general del proyecto, el señor Miguel Talento, un ensayo introductorio de la doctora Carol Damian, historiadora de arte especialista en arte latinoamericano y ex directora del Frost Art Museum de Florida International University y biografías ilustradas de cada uno de los artistas escogidos. Editado por Raisa Clavijo, Othón Castañeda y José E. López Niggenmann, con traducciones de Gregg Lasky y Claudia Sorais Castañeda, el volumen documenta las trayectorias de un destacado grupo de individuos que han realizado importantes aportes en el campo de las artes plásticas.

Como indica el señor Talento, “el libro es el producto de un largo proceso de trabajo institucional guiado por el objetivo de dar cuenta y poner de relieve la existencia de un grupo extenso y variado de artistas argentinos residentes en el espacio multicultural de Miami y de contribuir a la difusión y promoción de sus obras”.[1] Si bien el principal propósito del proyecto es el de resaltar el trabajo individual de cada uno de los creadores, es importante reconocer que al reunirlos y mostrarlos conjuntamente en esta publicación se destaca la importancia que tienen como colectivo y el impacto que conjuntamente han tenido en el desarrollo de las artes, en el sur de la Florida.

Según la doctora Damian “los artistas argentinos comparten el entusiasmo que genera la ciudad y contribuyen a su éxito comprometidos profesionalmente con la excelencia y el activismo. Es evidente que este grupo de artistas, como muchos otros, valoran y están en deuda con su rica herencia artística y cultural, con su propia y única historia (…) No obstante, su trabajo se ha integrado a una definición global del arte que difumina los límites espaciales y temporales que no está limitado por las expectativas o por las normas de la tradición. Los artistas hoy son independientes, adaptables y dispuestos a triunfar en los nuevos contextos en los cuales les ha tocado vivir, agradeciendo además las oportunidades que les ha ofrecido el dinámico entorno cultural del sur de Florida.”[2]

 

El ensayo “Argentina: La Conexión Miami” de la doctora Damian es sin duda uno de los grandes aportes de esta publicación. En él, realiza una descripción detallada y concisa del desarrollo el arte argentino en el siglo XX y establece una relación entre las diversas expresiones de la modernidad en Argentina y el arte contemporáneo. Según indica, “los lenguajes de la abstracción geométrica y el arte concreto, así como la utilización de materiales no tradicionales y de bases conceptuales para la producción artística, siguen siendo las características principales del arte argentino actual. El ascenso del arte pop, el neorrealismo, la neofiguración y el neosurrealismo a partir de experimentos formales y tendencias profundamente conceptuales ha llevado al arte de Buenos Aires a incorporarse a la vanguardia del arte internacional.”[3] Respecto a los artistas argentinos residentes en Miami comenta: “existe un amplio espectro de propuestas, desde los propios creadores, cuyas obras tienen un contenido narrativo, pasando por aquellos que trabajan una imaginería basada en la fantasía, otros que desarrollan planteamientos cercanos al realismo social, los que cultivan un lenguaje altamente conceptual y de vanguardia hasta los que abrazan la abstracción geométrica y el constructivismo.”[4]

En su taller de Miami, Pérez Celis acogió y apoyó a numerosos artistas que llegaron a Estados Unidos en las décadas de los ochenta y noventa.Quizás una de las tareas más difíciles al realizar un compendio de esta naturaleza es lograr que la selección presente una visión lo más completa posible de la presencia argentina en las artes visuales a nivel local. Si bien el libro no incluye la totalidad de los artistas que residen y/o trabajan en Miami, sin duda consigue reunir los más sobresalientes. La selección es bastante variada y abarca desde los más conocidos por sus destacadas trayectorias hasta los más jóvenes que aún cursan estudios universitarios. La diversidad también se aprecia en sus ciudades de origen -Buenos Aires, Alta Gracia, Bariloche, Córdoba, Esperanza, Florida, La Plata, Lomas de Zamora, Mendoza, Posada, Rafaela, Rojas, Rosario, Salto Argentino, Salta, San Martín y Tucumán-, en su formación profesional -hay desde autodidactas hasta profesores con títulos de maestría y doctorado-, en las técnicas que utilizan en la realización de sus obras –pintura, escultura, grabado, fotografía, cerámica, video e instalación-, y en la forma como se proyectan a nivel local, nacional e internacional.

Spreng se ha destacado por su labor como artista plástico y crítico especializado en música clásica.De igual manera varía el grado de compromiso que cada uno tiene con la comunidad. Algunos hacen parte de organizaciones locales o han realizado a lo largo de su carrera residencias en instituciones como el ArtCenter/South Florida y el Bake House Art Complex, mientras otros están representados por galerías locales cuyos promotores, en algunos casos, también son de origen argentino. Algunos de los artistas se desplazan frecuentemente o residen temporalmente en otras urbes como Nueva York, Londres y Buenos Aires. De hecho, el tema de la movilidad y la globalización es recurrente en los trabajos de muchos de ellos pues, al igual que la mayoría de los artistas contemporáneos, no solo viven fuera de su patria sino que participan activamente del circuito artístico que marcan las exposiciones, las ferias y las bienales internacionales.

Los logros de algunos de los artistas incluidos en este volumen ameritan que se les mencione muy especialmente. Como primera medida es importante reconocer póstumamente a Pérez Celis (n. 1939 – f. 2008) quien, además de haber sido una prestigiosa figura en el ámbito de las artes plásticas latinoamericanas, fue por muchos años promotor del arte y la cultura argentinos en Estados Unidos. En su taller de Miami, Pérez Celis acogió y apoyó a numerosos artistas que llegaron a Estados Unidos en las décadas de los ochenta y noventa. Durante su trayectoria artística que duró más de cincuenta años fusionó las culturas amerindias andinas con las vanguardias internacionales en una obra básicamente abstracta. Su legado se encuentra en más de ochenta colecciones públicas entre las que se destacan las del Museum of Modern Art (MoMA, Nueva York) y del Museo de Arte Moderno Latinoamericano (Washington D.C.).Nicolás Leiva viaja con frecuencia a Faenza, Italia, donde produce cerámicas en los talleres de Bottega Gatti. 

Emma Álvarez Piñeiro (n. 1932) es una destacada artista plástica que reside entre Buenos Aires y Miami. Si bien ha trabajado la figuración, uno de los aspectos más sobresalientes de su obra es la representación abstracta de su país natal, en especial de las pampas argentinas, la cual desarrolló en la década de los setenta y se mantiene como tema recurrente en su trabajo. Uno de sus mayores reconocimientos fue el haber recibido la prestigiosa beca que otorga el National Endowment for the Arts (NEA) en la categoría de pintura, en 1980.

Otra reconocida artista es Ana Candioti (b. 144). Su obra se inserta dentro del realismo social y destaca la riqueza cultural de los pueblos autóctonos de regiones tan disímiles como el noroeste europeo, Latinoamérica o Norteamérica. Su trabajo creativo combina lo pictórico con la investigación social y cultural. Candioti ha participado en mas de cincuenta exposiciones y ha recibido numerosos reconocimientos incluyendo el Primer Premio Retrato Artístico (Sacramento, California).

Un importante creador y destacado escritor residente en Miami es Sebastián Spreng (n. 1956). Desde su llegada en 1986, Spreng se ha destacado por su labor como artista plástico y crítico especializado en música clásica. Sus pinturas transmiten la pasión por la música y el amor por la naturaleza. Sus delicados paisajes representan lo más profundo de las emociones y los sentimientos humanos. Su currículo incluye más de cincuenta exposiciones en Estados Unidos, Europa, Centro y Sur América y su obra hace parte de importantes colecciones institucionales como el Pérez Art Museum Miami (PAMM) y la Florida Grand Opera (Miami).

Nicolás Leiva (n. 1958) es otro de los reconocidos artistas argentinos residentes en Miami que cuenta con una larga trayectoria como pintor, dibujante, grabador y ceramista. Desde hace algunos años viaja con frecuencia a Faenza, Italia, donde produce cerámicas en los talleres de Bottega Gatti.  Para Leiva el arte es una extensión y una celebración de la vida la cual expresa a través de un lenguaje simbólico en el que sobresalen seres fantásticos que surgen de su propia imaginación. Entre las instituciones que han adquirido su obra merecen mencionarse la Fondazione Marino Golineli (Boloña, Italia), el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires y el Snite Museum of Art (Indiana).

Al igual que Leiva, Pablo Soria (n. 1964) nació en Tucumán y llegó a Miami en la década de los noventa. La obra de Soria constituye una visión autobiográfica del tiempo en la que objetos y lugares adquieren una dimensión particular a partir de la experiencia del inmigrante. Además de haber sido expuesto en más de treinta muestras en Estados Unidos, Europa, Centro y Sur América, su trabajo ha sido adquirido por destacadas instituciones incluyendo el Museum of Fine Arts (Houston) y el Museo del Barrio (Nueva York).

A fines de la década de los noventa cinco artistas argentinos, Luciana Abait, Karina Chechik, Carolina Sardi, Pablo Contrisciani y Daniel Fiorda, coincidieron en el ArtCenter South Florida y realizaron una importante exposición alrededor del tema de la migración denominada Departures Arrivals (1999). En el 2014, dentro de la celebración de los 30 años de la institución, volvieron a reunirse para presentarDepartures/Arrivals II (1999-2014). A excepción de Abait, quien desde hace varios años reside en Los Ángeles, los demás aparecen reseñados en el libro Artistas Argentinos en Miami.

Karina Chechik (n. 1966) reside actualmente entre Miami, Buenos Aires y Turín. Su obra, inspirada en la espiritualidad y misticismo, se nutre de la literatura, el cine, la música y la arquitectura. En la actualidad trabaja en la serie Arquitecturas de Luz, un proyecto a través del cual explora las ideas de luz y espiritualidad en la sociedad contemporánea.Las fotografías últimas de Pancho Luna son una reflexión sobre el efecto homogeneizador del fenómeno de la globalización.

A través de su trabajo Pablo Constrisciani (b. 1964) reflexiona acerca de la naturaleza del universo y la yuxtaposición entre la armonía y el caos, fuerzas aparentemente opuestas que finalmente se complementan La abstracción, inspirada en el expresionismo abstracto y el action painting, se presenta como una constante en sus pinturas.

 

Daniel Fiorda (b. 1963) ha desarrollado una vasta obra a través de la cual reflexiona en torno al progreso de la humanidad, el impacto de la tecnología en la vida cotidiana y el consumismo que caracteriza nuestra sociedad. Si bien ha trabajado varias técnicas anteriormente, en la actualidad realiza pinturas de gran formato utilizando una técnica mixta.

 

Seducida por los grandes espacios urbanos, Lueza a creado un importante cuerpo de proyectos de arte público que se destacan por su colorido.La obra de Leder Kremer (n. 1976), compuesta por instalaciones, fotografías y videos, también constituye una reflexión sobre los fenómenos migratorios. Kremer toma como punto de partida su propia identidad, producto del mestizaje y de las migraciones, para adentrarse en la investigación de las relaciones entre identidad cultural, ubicación geográfica, movilidad y el deseo de pertenecer a un territorio o a un entorno social. En 2007, recibió el prestigioso reconocimiento South Florida Consortium Fellowship for Visual and Media Artists otorgado por el condado Miami-Dade.

Es interesante el hecho que la cuarta parte de los artistas incluidos en el libro trabajan la fotografía. Entre los que manejan ese medio es importante mencionar a Pancho Luna (n. 1957). Quien, a través de sus metáforas visuales trata temas sociales y políticos que afectan a la sociedad, la economía, el medio ambiente y el arte. Sus fotografías más recientes son una reflexión sobre el efecto homogeneizador del fenómeno de  la globalización.

Otra destacada artista que maneja la fotografía como medio es Marina Font (b. 1970). Su obra es un reflejo de su experiencia como inmigrante y de su adaptación al nuevo contexto social y cultural con el que se encuentra. A través de sus fotografías, instalaciones y videos, Font aborda temas como la memoria y la identidad.

Varios artistas se destacan por su participación en proyectos de arte público. Entre ellos se encuentra Cecilia Lueza (n. 1971) quien, mediante el uso de distintos medios, combina armónicamente la figuración con la abstracción geométrica. Seducida por los grandes espacios urbanos, Lueza ha creado un importante cuerpo de proyectos de arte público que se destacan por su colorido.

Diego Singh, además de distinguirse como artista plástico y curador, es un importante promotor de las artes en Miami. Singh fue cofundador de Terri and Donna Gallery (Miami-2009-2010) y actualmente dirige Central Fine, espacio experimental dedicado a la presentación de proyectos de artes visuales, poesía, cine, literatura, música y performance que cuenta con sedes en Miami Beach (Florida), Orange County (California) y Buenos Aires.

Finalmente, amerita ser mencionada una artista que se destaca en el circuito internacional del arte contemporáneo: Agustina Woodgate (1981). Residente en Miami desde 2004, Woodgate ha realizado más de treinta exposiciones y proyectos de arte público en Estados Unidos y Europa a través de los cuales promueve una reflexión en torno a los sistemas de organización creados por la sociedad y las relaciones que estos generan. La mayoría de sus instalaciones e intervenciones comienzan con la deconstrucción de objetos que al ser reconstruidos adquieren nuevos significados. En el 2013 fue galardonada con el South Florida Cultural Consortium Fellowship.

El libro Artistas Argentinos en Miami constituye una importante iniciativa por parte del Consulado de Argentina en Miami y cumple con el objetivo de documentar y difundir el trabajo de los artistas mencionados. Este tipo de proyecto es importante tanto para la institución que lo elabora como para el artista que se ve validado y apoyado por esta iniciativa. Sin embargo, se trata de una mirada reducida y limitada de la labor que realiza cada uno de los creadores cuya trayectoria amerita una cobertura más amplia y, por qué no, una publicación monotemática. Desde una perspectiva crítica, sería interesante pensar en una futura publicación que incluya, por ejemplo, un análisis de la participación de los artistas en el desarrollo de las artes visuales en el sur de la Florida, una mirada a la importante labor de los gestores culturales de origen argentino en Miami o un estudio sobre la estrecha relación existente entre arte y arquitectura y su papel en el desarrollo urbano de la ciudad.