Un Viaje Sensual

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Oscar Jalil, Pantalla X, La Plata, Quinta Seccion, p.6, 3 de Mayo de 1996

Desde chico busca la forma de expresar eso que muchos oficinistas olvidaron en la escuela primaria. La pintura es el medio pero el fin aun lo desvela. Un deseo que lo llevó a exponer sus obras en Nueva York, ciudad donde experimentó los tópicos de la indiferencia y el reconocimiento. Su figura -pelo largo, remera ajustada y jeans prolijamente gastados- se emparenta más con la de algunos rockeros locales y esta muy lejos del glamour que ostentan los miembros del avant-garde platense. Cree en la creatividad individual y en la autoexigencia como fórmulas de la independencia artística. De regreso a La Plata, Pablo Contrisciani (31) habla sobre las estaciones de un viaje interminable que comenzó hace quince años en las aulas de Bellas Artes.

"Lo mío empezó a traves de la equivocación", confiesa Contrisciani y cita algunos obstáculos: "primero me metí en un colegio industrial después tuve que hacer el servicio militar hasta que descubrí lo que quería". Al mismo tiempo que cursaba pintura en Bellas Artes, estudió en capital composición con Domingo Falcón Lima y Aurelio Machi. Luego de recibirse como profesor y licenciado en la carrera de plástica, ganó una beca del Fondo Nacional de las Artes para estudiar con el maestro Luis Felipe Noé. "Con él aprendí a independizarme, y después seguí por mi cuenta".

"Siernpre sentí mucha necesidad de aprender y si eso lo buscás aparece. A medida que vas avanzando uno es menos consciente de lo que sabe. Es como un dejarse Ilevar y olvidarse de toda esa parte racional que uno ya la tiene incorporada", traduce en palabras el difícil arte de explicar el acto creativo.

En su adolescencia coqueteó con el rock detrás de una batería y también estudió cine. "Me decidí por la pintura porque era lo que más se adaptaba a mi personalidad. Es una cosa bien individual. No estoy muy capacitado para trabaJar en grupo, soy bastante exigente y no me gusta depender de nadie".

¿Cuáles son los temas que abordás en tus pinturas?

El tema para mi es como, una excusa, lo que me interesa es buscarme en la pintura. Parto de algo real pero siempre con una tendencia a exagerarlo o a transformarlo completamente. Ahora, me inspiran bechos o cosas que ni siquiera son reales. Por ahí es algo que leo, un pensamiento o una frase que dice alguien ... Mi búsqueda con la pintura se produce a través de la sensual idad. Es una especie de camino espiritual por el mundo de los sentidos. Necesito vivir cosas con muchísima energía, me parece que en el fondo la pintura es energía. Uso las masas de color como una cosa energética.

Durante dos años, Pablo Contrisciani vivió en Nueva York con una premisa básica: mantenerse con su trabajo artístico. Allí, se conectó con el ambiente pictórico de 'La Gran Manzana' y realizó varias muestras con buenos comentarios de la prensa. "Hay una parte extema en el artista que es necesario agotar. Esa fantasía de decir 'qué pasaría con lo mío si estuviese exponiendo en París'... Fue como enfrentar los fantasmas de mi formación, por primera vez podía ver los cuadros que yo conocía sólo en los libros. Ahí me di cuenta que todo lo externo te puede servir como estímulo pero la última palabra la tenés voz frente a tu tela. Pero eso lo descrubís cuando estás allá, antes no. Te dás cuenta después de hacer una muestra y vender tus cuadros, eso me sirvió para conocerme... Mi caso fue especial, tenía una novia que era norteamericana. Ella me ayudó a meterme en el ambiente. A los pocos meses, ya estaba exponiendo en Filadelfia con críticas en los periódicos ... Pude vivir de mi trabajo. Por suerte no caí en la desesperación de hacer cualquier cosa, si era necesario lo hacía. Pero siempre me fue bien con mi pintura.

¿Cómo fue tu adaptación en Nueva York?

Fue algo muy raro. Nueva York es una ciudad muy loca. Cuando vivía en La Plata me sentía como que no era de aca. Esta ciudad es muy particular, aquí se habla mucho, se critica mucho y no se hace en función de esa crítica. Sin embargo, cuando estuve en Nueva York yo sentía cosas de acá. Por ejemplo, el hecho de extrañar mi pequeño mundo platense ... Nueva York te obliga, a un desafío constante, la ciudad te Ilena de cosas y al mismo tiempo te despersonaliza. Es inevitable compararse, el mismo día que exponés hay cien muestras más.

A lo largo de la charla, Pablo Contrisciani utiliza la palabra locura para definir situaciones o explicar una postura personal frente al arte. "En mi obra aparece ese aspecto de locura, ese querer decir todo de una vez. En un cuadro quiero expresarlo todo, mi nacimiento, mi muerte. Por otro lado tengo una formación que me estructura. Estoy luchando con eso".

Desde hace seis meses juega a readaptarse en el medio local. "Volví porque tengo ganas de hacer una muestra en La Plata. Estando allá sentía que me estaba mintiendo, yo tenía una relación que se estaba yendo a la mierda y sentía miedo de volver. También por una historia de amor con una chica que conocí acá, en uno de mis viajes. La historia creció a distancia y ninguno de los dos lo pudo resistir... En tres meses pienso regresar a Nueva York, pero tengo ganas de intentar en otras ciudades de Estados Unidos...

Te interesa el reconocimiento.

No busco el reconocimiento. Me importa que el otro capte lo que intento expresar. Los que viven pendiente del reconocimiento están sonados. En el momento de la creación tenés que olvidarte de todo. Si transás con eso, luego se nota en la obra".